¿Te has realizado alguna vez fisioterapia? Asumiré que sí, y también asumiré que tus sesiones fueron como lo son la mayoría de las sesiones en la actualidad: pagaste un paquete de 10 o más sesiones con la idea de acceder a un descuento, en cada sesión te hicieron el mismo procedimiento (te pusieron electrodos y al mismo tiempo te pusieron una compresa caliente sobre los electrodos, después te aplicaron magnetoterapia o ultrasonido, talvez un masaje y finalmente te dejaron haciendo unos ejercicios mientras atendían a otros pacientes a la vez) durante las 10 sesiones. En el mejor de los casos, si mejoras de a poco y en el peor, sigues igual.
Tú que preferirías referente a tu salud ¿una atención barata y sin resultados o una atención costosa con resultados que sobrepasan tus expectativas? Hay de ambos tipos de personas y el problema de esto es que las personas que pagan por un servicio barato de fisioterapia no suelen quedar satisfecho con los resultados y esto a su vez crea una falsa idea de que la fisioterapia no sirve o que es igual a no hacer nada, cuando no es así.
Entonces, ¿Cuál es la fisioterapia que yo deseo y ofrezco a mis pacientes?
Una fisioterapia más humana enfocada en las personas más que en su dinero (que quede claro, vivimos de esto así que gratis no lo podemos hacer), en ayudar y entender el dolor de nuestro paciente más allá de simplemente tratar la lesión, una fisioterapia basada en ciencia actualizada más que solo empirismos o viejas costumbres sin fundamentos. Es lo que nuestra hermosa profesión y nuestros pacientes se merecen, una atención empática y profesional.
Cada paciente que llega a nosotros nos ha confiado su salud, por lo tanto, debemos no solo tratar su lesión, sino también educarlos sobre que les pasa, como será su proceso, cuáles son las expectativas de su rehabilitación, apoyarlos en cada etapa, resolver sus dudas sobre su lesión y/o tratamiento, saber referirlo a otro profesional de salud cuando sea necesario y sobre todo darles la responsabilidad de sus vidas y rehabilitación en sus propias manos.
Si es cierto que nosotros los guiamos y acompañamos en todo su proceso, ellos son los que harán la mayor parte del trabajo. Serán ellos quienes tendrán que hacer los procedimientos que se les enseña, decidir cambiar hábitos en pro de su mejoría, mejorar su alimentación; son cosas que no depende de nosotros sino de ellos y es cuando el paciente no tiene claro esto que de manera herrada llega a creer que el que su mejoría depende 100% de su fisioterapeuta, cuando es un trabajo conjunto.
Tratamos con personas, que tienen familias y amigos, que tienen una vida a la cual quieren volver cuanto antes, pues una lesión los obligo a pausarla. Ellos merecen lo mejor de nosotros como fisioterapeutas y nuestro compromiso nos lleva a darle eso, y a cambio, ellos nos reconocerán como profesionales de gran valor y estima.